Valencia (5º de fallas): Vuelta al ruedo de Jiménez Fortes ante los de Valdefresno.

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Ficha del festejo:
Miércoles 14 de marzo de 2012. Plaza de toros de Valencia. 5º festejo de la Feria de Fallas. Corrida de toros. Un tercio de entrada. Tarde soleada con ligera brisa. Se lidiaron seis reses de la ganadería de Valdefresno desiguales de presentación. Deslucidos, mansos y descastados en líneas generales, algunos como el primero justos de fuerza también. El 2º de la tarde fue un buen toro que tuvo clase, nobleza y recorrido.

Thomas Duffau, silencio y silencio tras aviso.
David Silveti, saludos tras aviso y silencio tras aviso.
Jiménez Fortes, vuelta y silencio tras aviso.

El torero valenciano Vicente Ruíz “El Soro” recibió el homenaje de la afición por sus treinta años de alternativa.

Valencia (Esp.).- El matador de toros malagueño Jiménez Fortes logró dar una vuelta al ruedo en la quinta de abono, tras cuajar faena al tercero de la tarde. Un toro de la ganadería de Valdefresno incomodo, incierto en su embestida y sin gracia alguna, que terminó acortando distancias con el matador y cortando también el viaje. Fortes logró firmar un trasteo valiente y autentico en su concepción y ejecución, donde lo más lucido lo logró en el toreo al natural. También impresionó gratamente el valor sin engaño en los últimos instantes de su actuación, donde acortó distancias para torear con inusitado encimismo. Se la jugó, buscando un triunfo que remató con la espada e incomprensiblemente, no recibió trofeo. Vuelta al ruedo de las importantes.

Con el que cerró plaza, Jiménez Fortes volvió a mostrar su valor con otro toro manso, descastado y sin posibilidad de lucimiento. Faena corta de metraje convertida en una pugna entre matador y res, pues ésta siempre quiso resguardarse en tablas, de acuerdo a su condición de manso. Deslucido y rajado el toro de Valdefresno, el matador buscó el triunfo sin posibilidad alguna.

El otro momento destacado de la tarde se produjo con el segundo del festejo. Un toro ofensivo, aleonado, hondo y cuajado al que el mexicano Diego Silveti lo recibió a la verónica con temple y suavidad, meciendo con estilo y clase las telas. Recibió dos puyazos largos con amago de salir suelto de la suerte pero embistió con mucho temple al capote de Silveti en su quite por saltilleras y a la replica de Jiménez Fortes por chicuelinas. Comienzo en el centro del ruedo por estatuarios por parte de Silveti y atropello que a punto estuvo de costarle un percance. Repuesto del trance, el diestro azteca cuajó una faena por ambos pitones en los que siempre interpretó el toreo con mucho empaque, soltura, gustó despaciosidad. Tuvo regusto el trasteo de Silveti aunque con intermitencias a pesar de que el de Valdefresno fue un animal entregado en cada embestida a cual de ellas de más clase. Fue un toro de dulce premiado con una cerrada ovación a su arrastre, mientras su matador recibió una ovación desde el tercio.

Y ahí terminaron los argumentos de la tarde. El resto del encierro resultó deslucido, manso en distintos grados y con complicaciones, imposibilitando lucimiento alguno por parte de sus matadores. El segundo del lote de Silveti, corrido en quinto lugar, fue otro manso carente de emoción y de interés. El diestro mexicano buscó el lucimiento con entrega y firmeza pero el trasteo anduvo en la indefinición e irregularidad con un comienzo esperanzador que se desvaneció inmediatamente. Trasteo a menos, irregular y sin transmisión que terminó en nada. El francés Duffau poco o nada pudo hacer con su lote. Al que abrió plaza, siempre a la defensiva, tardo en sus arrancadas y muy apagado, le cuajó un trasteo tan correcto como frío. Sin duda alguna, lo más destacado fue la gran estocada con la concluyó su actuación. Con el cuarto, otro toro manso y deslucido, buscó lucimiento donde era imposible encontrarlo.

Firmado: Alfonso Sanfelíu
Fotografía: Paco Ferrís