Valencia 2ª de la Feria de Julio. Roman corta la única oreja de la tarde.

.
No fue la novillada que todos esperábamos y deseábamos la que lidió Fuente Ymbro en esta ocasión en Valencia. Faltó clase en general o faltó picante como alternativa "B". Es cierto que tercero y cuarto fueron los de más posibilidades, y que el segundo sacó complicaciones que ponían a prueba el valor de cualquiera, pero la sensación que quedó tras echar el cerrojo al festejo fue que el resultado no alcanzó las cotas de la expectación levantadas.

Ficha del festejo:
2ª de la Feria de Julio. Un cuarto de entrada. Novillos de Fuente Ymbro bien presentados pero deslucidos en general. Mejores tercero y cuarto, y complicado el segundo.

Fernando Adrián: silencio y silencio tras aviso.

Román: oreja y saludos.
Gonzalo Caballero: vuelta tras petición y aviso, y silencio.
Incidencias: saludaron tras banderillear al quinto Raúl Martí y El Sirio.

Valencia (Esp.) El valenciano Román revalidó el triunfo de las pasadas fallas obteniendo el único trofeo de la tarde, pese a no tener colaboración por parte de sus dos novillos. Con su primero, al que le cortó la oreja, llevó a cabo una actuación muy firme y valerosa demostrando además un muy buen concepto del toreo. Los mejores momentos de su actuación los consiguió al torear con la mano izquierda. Sufrió dos aparatosas volteretas, lo que hizo que su labor terminara llegando con mas fuerza al tendido.

Con el parado quinto volvió a pisar terrenos comprometidos pero el novillo terminó muy parado imposibilitando el lucimiento.


También tuvo opción de cortar oreja Gonzalo Caballero ante el tercero. Caballero llevó a cabo una buena labor, con muletazos de trazo templado y largo sobre ambos pitones. Se tiró a matar con todo y el toro le encunó, sin consecuencias. Tuvo que recurrir al descabello, y eso enfrió la petición. Sólo pudo mostrar sus ganas con el que cerró plaza, un novillo que se rajó.



El que abrió plaza se negó a embestir desde que Fernando Adrián lo recibió con tres faroles de rodillas, defecto que acrecentó en el intento de faena de muleta, lo que imposibilitó cualquier posibilidad de éxito.

Tampoco su labor ante el segundo de su lote acabó de tomar vuelo, en parte por la falta de convicción del madrileño y en parte porque el animal no embistió con la suavidad que él esperaba.

Fotografía: Paco Ferrís