El Cid se luce al natural con los victorinos pero deja escapar los trofeos.

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Valencia (España), 12 may (EFE).- Manuel Jesús "El Cid" ofreció hoy en Valencia (este del país) una buena muestra del nivel de comunión que por instantes llega a alcanzar con el ganado de Victorino Martín, al que movió con elegancia al natural, aunque finalmente dejó escapar los trofeos al fallar con el acero.

Ficha técnica

Toros de Victorino Martín desiguales de presencia aunque de variado e interesante juego, desde el buen quinto a la alimaña que cerró plaza pasando por los manejables segundo y cuarto.

Juan Bautista: Pinchazo y media estocada (silencio); pinchazo hondo y descabello (silencio).
El Cid: Estocada corta y vuelta al ruedo tras petición; estocada y varios descabellos (ovación tras dos avisos).
Alberto Aguilar: Estocada trasera y dos descabellos (ovación); varios pinchazos y descabellos (silencio).

Valencia ( Agencia EFE ). Media entrada en una tarde agradable. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del ganadero Salvador García Cebada y la Diputación de Valencia le entregó una placa a Joaquín Mompó por sus muchos años de dedicación a la Escuela Taurina de Valencia.

Las encastadas reses de Victorino ofrecieron espectáculo

Como siempre que aparece su nombre en los carteles, el ganado de Victorino Martín fue protagonista hoy en Valencia con un lote atractivo que sin embargo solo El Cid fue capaz de digerir.

Especialmente bonito y encastado fue el primero del lote del diestro sevillano, un animal que se movió con viveza y que transmitió emoción. Su lidia empezó fulgurante con dos aplaudidos quites, por chicuelinas el de Alberto Aguilar y a la verónica la réplica del diestro de Salteras (Sevilla) (sur de España).

La faena de muleta se fundamentó sobre el pitón izquierdo, el mejor de un animal que se desplazó, aunque sin humillar, y que apenas dejó espacio para la comodidad por el derecho.

El toreo de El Cid al natural recordó sus mejores etapas con los santacoloma, pero no anduvo bien con el estoque y finalmente no se le concedió una oreja pese a las peticiones.

Similar historia se vivió con el quinto, quizá el más feo de hechuras, más alto y despegado del suelo que sus hermanos, pero que embistió mucho y bien.

El sevillano, que brindó su faena al casi centenario fotógrafo Francisco Cano "Canito", planteó de nuevo una faena cimentada en su mano izquierda que alcanzó profundidad en cuanto se pudo olvidar de las incómodas miradas de su adversario.

Buena labor, en definitiva, la de El Cid, que sin embargo malogró de nuevo los posibles trofeos con el mal uso del descabello.

Juan Bautista anduvo frío con el que abrió plaza, un ejemplar que humilló con clase en los primeros compases pero que pronto se quedó sin fuelle en la muleta. Tampoco aportó demasiado el francés, salvo una serie de naturales con el toro ya venido a menos.

El feo y paletón cuarto resultó sin embargo manejable, pero Bautista no acertó a ligar ninguna tanda.

Alberto Aguilar plantó cara con firmeza a un peligroso tercero que no dejaba de buscarle las zapatillas. Puso valor y lo toreó como si fuese bueno en una faena de mérito y exposición con ambas manos, pero la faena se vino a menos y necesitó dos descabellos.

El segundo de su lote fue claramente una alimaña, un "regalo" de los que también suelen aparecer en los lotes de la divisa extremeña, con el que Aguilar quizá pecó de incauto al llevarlo a los medios porque la faena resultó imposible.

Firmado: EFE
Fotografía: Paco Ferrís